martes, 13 de marzo de 2012

Emprendo Venezuela: 7 claves para emprender con éxito

Emprendo Venezuela: 7 claves para emprender con éxito: El día de ayer (lunes 12 de marzo) viendo la sección de Finanzas Personales (economía) de "Primera Página" (Globovisión), con la per...

jueves, 11 de agosto de 2011

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AQUI ENCONTRARAN INFORMACION SOBRE RADIO, TELEVISIÓN Y CINE QUE LES PUEDE SERVIR

http://informacionycomunicacion.es.tl/13-.-_La-radio--k1-1-k2-.htm

sábado, 23 de octubre de 2010

REPORTAJE y PERIODISMO DE INVESTIGACIÓN

No existen razones para afirmar que la investigación se haya convertido en un nuevo género periodístico. Todo lo contrario, habría que coincidir con el novel colombiano de la literatura, Gabriel García Márquez, cuando aclaraba en un artículo que "la investigación no es una especialidad del oficio, sino que todo periodismo tiene que ser investigativo por definición..." (El Tiempo, Bogotá, 3-l2-95)
Sin embargo, lo cierto es que sobre todo desde hace poco más de dos décadas se viene hablando acerca de un llamado Periodismo de Investigación, al cual se atribuyen hoy quizás, tantas virtudes como defectos. ¿Existe un "periodismo de investigación"?, ¿si es así, qué características tiene?, ¿hasta qué punto puede ser útil en nuestro caso el estudio y asimilación de tales conceptos en nuestra teoría periodística?. Desde luego que no es posible adoptar una actitud crítica en el terreno teórico sin antes tratar de profundizar y esclarecer sus principales presupuestos.
En este caso, sin pretender un análisis exhaustivo de la génesis y evolución diacrónica de tal término, es importante remitirse como antecedentes más remotos a fines del siglo pasado, en Estados Unidos, cuando el buen periodismo parecía estar vinculado a la aventura, la previsión y presencia del reportero en los grandes acontecimientos que estremecían al mundo, la agilidad para penetrar en fuentes complejas y obtener al fin y al cabo la información perseguida, y la revelación de los resultados alcanzados a través de series de trabajos que causaron sensación en los primeros millones de lectores de periódicos. Luego, ya a principios del presente siglo, fueron los "muckrakers" (rastrilladores), calificados así por el presidente norteamericano Theodore Roosvelt, quien criticó a "los periodistas que según él imitaban al "rastrillador de estiércol" que rehúsa ver todo lo que es elevado en la vida y centra su atención sólo en lo que es vil y degradante". Sin embargo, no mucho tiempo después el término se convertiría en un elogio que distinguiría a aquellos que hurgaban en el trasfondo de los hechos hasta encontrar elementos no revelados de los mismos.
Décadas más tarde, la presencia masiva de la radio y el surgimiento de la televisión, durante los años cincuenta, dieron paso a su vez a una nueva etapa de mayor profundización en los contenidos de la prensa (escrita, sobre todo), mediante la investigación de los hechos de manera que facilitara su interpretación. Se desarrolla entonces el papel y formas nuevas del reportaje y otros géneros del periodismo destinados a informar y analizar las causas y consecuencias de los hechos, sus protagonistas y demás detalles no presentados necesariamente por los medios que ostentaban la ventaja de la inmediatez.
Pero no es hasta mediados de los setenta, con la publicación del libro Todos los hombres del Presidente, de Carl Bernstein y Bob Woodward, a raíz de sus famosos artículos sobre el llamado "escándalo Watergate" revelados por el Washington Post, que comienza a hablarse de un "periodismo de investigación" con nombre propio, y el afán de destituir presidentes y descaracterizar hombres públicos comienza a generalizarse como el sueño dorado de escolares y profesionales del periodismo, tanto en Estados Unidos como en la mayoría de los países de América Latina, principalmente. Vale decir que terreno propicio para ello, por otra parte, había más que suficiente.
2. ¿Qué se entiende por Periodismo de Investigación?
Para el común de sus cultivadores, éste se distingue del resto de las rutinas profesionales tradicionales fundamentalmente por la selección de determinados temas y su mayor profundidad en el tratamiento del objeto o asunto que se aborda, lo cual supone o es el resultado a su vez del empleo combinado de métodos y técnicas rigurosas de indagación en la búsqueda de los datos y, por supuesto, de un consumo de tiempo y otros recursos superior a la media del reportaje convencional. Autores como Robert W. Greene y Gerardo Reyes, entre otros, en un intento de definición, precisan que el periodismo de investigación es la reportería que se realiza a través de la iniciativa y el trabajo del periodista, sobre asuntos de importancia que algunas personas u organizaciones desean mantener en secreto. Los tres elementos básicos son: que la investigación sea el trabajo del reportero, no un informe sobre una investigación hecha por alguien más; que el tema de la información trate algo de razonable importancia para el lector o televidente, y que haya quienes se empeñen en esconder esos asuntos al público.
También William Gaines lo plantea en similares términos, cuando señala en su obra que "se considera historia investigativa: 1) aquella que es producto original del periodista, en contraposición a un informe sobre la investigación de una entidad pública; 2) aquella en la que haya existido algún intento de ocultar la información; 3) aquella que sea de importancia para el público."
Aunque la experiencia relatada por éstos y otros autores ( Scanella, Quesada, etc.) que han abordado el tema reconocen las ventajas de un trabajo en equipo y del empleo de distintas técnicas de investigación, la mayoría de ellos asume como válido el papel predominante del reportero individual y la condición de que los datos a manejar deben ser un resultado del esfuerzo propio. Ello podría llevar a la idea de excluir importantes procedimientos indagatorios que se apoyan en el trabajo y la opinión de expertos u otros investigadores que a menudo suelen constituirse en valiosas fuentes de información para el reportero, dispuestas por lo general a colaborar en forma desinteresada con éste.
El interés social del tema, condición inobjetable, no puede conducir sin embargo al criterio de que todo lo que atrae la curiosidad y atención del público debe ser tratado por la prensa. No podemos coincidir con Reyes cuando admite como idea generalizadora que
La gente busca información para satisfacer una amplia variedad de necesidades. Una de ellas es la de conocer las acciones u omisiones de sus gobernantes, legisladores, jueces y militares, de los comerciantes e industriales que dominan el sector económico de la nación, de los banqueros que tienen en sus manos el dinero de miles de familias y empresas y, en general, de las personas que participan de algunas maneras en el manejo de los destinos de su ciudad o país.
El público quiere saber qué pasa con sus impuestos, a dónde va a parar el dinero de las privatizaciones y de las bonanzas, y cómo está cuidando el Estado los recursos naturales; quiere enterarse sobre la integridad moral de sus gobernantes, si tienen relaciones con narcotraficantes o mafias de juego y el contrabando y, sobre todo, quiere saber quién lo engaña. Al mismo tiempo, el lector busca chismes en el periódico para satisfacer su curiosidad personal sobre la vida privada de artistas, comediantes, grandes empresarios, deportistas y delincuentes famosos.
Por supuesto que hay límites que sitúan la ética, los intereses del país, la intimidad de las personas, y otros factores de política editorial, que no pueden dejarse de tener en cuenta, y que a la corta o a la larga podrían dar al traste con las posibilidades de que muchos temas abordados sin una valoración previa vean la luz pública.
Por último, suponer la existencia de intereses antagónicos con la fuente como condición de toda investigación periodística convierte en esencial un rasgo que puede ser y es sin duda ocasional, dependiente más bien de las características de determinados sistemas sociales y temas que de las complejidades de muchos asuntos que la prensa debe abordar con enfoque científico, y en los cuales a menudo sus principales fuentes de información podrían estar tan interesadas como el reportero en un buen tratamiento periodístico.
En síntesis, al valorar de conjunto el Periodismo de Investigación podemos subrayar como rasgos positivos los siguientes:
• La necesidad de un despliegue constante de iniciativas y habilidades profesionales para la búsqueda y solución de nuevos temas o aspectos de determinados temas en ocasiones desconocidos, pero esenciales.
• Una concepción integral y estratégica del trabajo con las fuentes de información y ulterior presentación de los resultados, a través de una serie o conjunto de trabajos periodísticos.
• Un aprovechamiento adecuado de las amplias posibilidades que se abren al periodista con la introducción de las modernas tecnologías de la comunicación e información.
A su cuenta negativa se ubicarían, por el contrario:
• El énfasis en los lados obscuros de la vida, las personas y los hechos.
• La incursión frecuente en facetas de la vida íntima de las personas y adopción de una postura hipercrítica de la actividad de las instituciones públicas, asumiendo papeles de jueces y fiscales de la conducta ciudadana.
• Una concepción antagónica de las relaciones entre el periodista y las fuentes y protagonistas de muchos hechos que trata.
De todo ello se desprende que asumimos el Periodismo de Investigación como una propuesta válida, es decir, como una posible actitud y acción profesional ante los hechos, con rasgos específicos propios que lo separan del trabajo de reportaje convencional, apremiado por la inmediatez y facilitado por los necesarios lugares comunes de la cotidianeidad. Sería un error, sin embargo, asumirlo sin una posición crítica ante sus lados opuestos a toda ética y deontología profesional.
3. Principios y pasos para la realización del Periodismo de Investigación
Teniendo estas observaciones en cuenta, una concepción propia del Periodismo de Investigación podría partir a nuestro juicio de los siguientes criterios:
1. Selección y enfoque: de temas o problemas complejos, que requieren el conocimiento y la atención y participación de la opinión pública y las instituciones, partiendo del interés social.
2. Intencionalidad: supone como premisas determinado grado de esclarecimiento previo acerca de la comunicabilidad de los resultados y su impacto en la opinión pública, con fines que pueden ir desde la información o explicación esclarecedora y la corrección o rectificación de deficiencias o irregularidades cometidas, hasta la orientación y movilización colectiva hacia determinadas acciones institucionales o masivas, encaminadas a la solución parcial o total del problema.
3. Objetividad: es decir, la búsqueda de la verdad objetiva que subyace a veces bajo el aspecto superficial o la primera impresión que nos producen --o se nos propone sobre-- los hechos. Ello supone ir a las esencias con incansable actitud analítica y crítica.
4. Enfoque científico integral y estratégico: del trabajo con las fuentes de información y en la aplicación de los diversos métodos y técnicas para la obtención de los datos que necesitamos. Incluye por supuesto las amplias posibilidades de la observación directa y participante, abierta o encubierta, en dependencia de las circunstancias; así como la consulta a todo tipo de fuentes que nos aporten referencias o datos útiles.
5. Normas y principios éticos: previstos por nuestro Código Profesional, en el cual se encuentran claramente definidos deberes y derechos del periodista y sus órganos de prensa en la sociedad, así como el tipo de relaciones a desarrollar entre éstos y las demás personas e instituciones.
6. Enfoque integral y sistémico de la estrategia comunicativa, partiendo de una adecuada comprensión de los procesos de comunicación en su cotidianeidad y continuidad de una parte, y de las potencialidades creadoras, el papel complementario y las características de los diferentes géneros periodísticos, de la otra.
Tomando como base estos criterios, no a manera de recetario, sino como normas que la experiencia aconseja asumir con toda flexibilidad, podrían resumirse los principales pasos a dar para llevar a la práctica el periodismo investigativo en nuestras condiciones particulares:
Primero : Concebir y elaborar un proyecto o plan previo, a partir de la selección del tema o problema a abordar, esclarecer sus premisas y precisar los objetivos o finalidad investigativa y comunicativa. En dicho proyecto quedarán previstas las principales técnicas de investigación a emplear, tiempo y recursos materiales y humanos necesarios, incluyendo su costo en determinados casos.
Segundo: Desarrollo de la investigación, aplicando las técnicas requeridas y combinando, en dependencia de las necesidades previstas u otras situaciones que pudieran presentarse: observación, entrevistas individuales, encuestas, consulta a expertos, trabajo en grupos, estudio documental y bibliográfico, consulta a fuentes informáticas, etc.
La obtención de información, por otra parte, en el caso de la investigación periodística tiene una doble condición: a) conduce a los resultados perseguidos en el orden indagatorio, tal y como ocurre en todo proyecto de esta naturaleza, b) aporta todo el material fáctico y de referencia, así como ilustraciones a emplear en los diferentes géneros, lo cual supone una elaboración sobre la marcha de la posible estrategia comunicativa a emplear en la presentación periodística de los resultados.
Tercero: Realizar un balance final de los resultados y proceder al ajuste definitivo de la estrategia comunicativa. Este paso pudiera dar lugar al criterio de que el material recolectado, contrariamente a las premisas definidas, no aconseja su publicación desde el punto de vista periodístico. En tal caso, quizás se recomiende su archivo definitivo o su entrega a determinadas instituciones, en cuyas manos pudiera tener alguna utilidad.
Cuarto: Elaborar el o los trabajos periodísticos empleando distintos géneros, teniendo en cuenta las posibilidades de su publicación en una o más ediciones o emisiones del órgano de prensa, según el caso. La estrategia debe prever el lugar que ocuparían posibles respuestas emitidas por instituciones o personas individualmente, como efecto o repercusión de los primeros trabajos; hechos de los cuales es muy importante mantenerse atentos, e incluso provocarlos en ocasiones en que sea recomendable.
Naturalmente que la polémica es también una posibilidad en esta etapa, debido al surgimiento de criterios o datos opuestos o parcialmente diferentes a los expresados por el periodista o por alguna otra opinión vertida públicamente. Deberá estarse al tanto de todo y definirse oportunamente qué lugar darle o no dentro de la estrategia de comunicación.
Quinto: Controlar y evaluar parcial y finalmente los efectos o resultados logrados o promovidos por las acciones comunicativas en su conjunto, haciéndolo evidente en ocasiones de manera expresa y objetiva. Aquí es importante reconocer la actitud receptiva y el papel positivo de personas e instituciones en la solución de los problemas, extrayendo finalmente las mejores lecciones de todo el proceso.
De ello se desprende que, aunque en ocasiones pudiera haber casos de personas negligentes o responsables de algunos hechos o situaciones criticados por la prensa, lo fundamental es ir a las causas esenciales que le dieron lugar, sus consecuencias sociales y el papel de la opinión pública y la participación ciudadana e institucional, tanto en su origen como, sobre todo, en sus posibles vías de solución y esclarecimiento.
Tales pasos quedarían plasmados, como diseño de la investigación periodística, de acuerdo con los diferentes elementos que aconseja William Gaines en su obra, y que podemos resumir de la manera siguiente:
• Título: una idea básica y totalizadora del tema a abordar
• Tema: precisión sobre el problema que será objeto de investigación
• Necesidad: importancia o trascendencia e interés social del problema y significación posible de su publicación
• Alcance del estudio: delimitación de los marcos en que se desarrollará la investigación
• Métodos y técnicas que se pondrán en práctica para la investigación
• Fuentes: Relación de fuentes personales, documentales o institucionales
• Producción: géneros, ediciones, materiales a conseguir, etc.
No se trata, por supuesto, de un esquema rígido, sino todo lo contrario. Partiendo de su papel básico como proyecto a valorar y decidir por el equipo de redacción, los promotores le harán las adecuaciones requeridas en cada situación, a fin de que sirva como sistema argumental y guía práctica de todo el proceso de realización de la indagación periodística y sus diferentes variantes de géneros como propuesta de estrategia comunicativa.
Como podrá apreciarse de todo lo antes dicho, al reconocer la existencia de un llamado "Periodismo de Investigación", no estamos hablando de un género periodístico específico; sino de una actitud, métodos y acciones profesionales ante determinados temas que por su complejidad e implicaciones deben ser objeto de una investigación más acabada y rigurosa; así como del empleo casi siempre combinado de variadas formas de presentación del material periodístico.
Es obvio, por otra parte, que la realidad no identifica cuándo corresponde tal actitud; sino que ese deslinde incumbe al periodista. Y vale decir que para el buen periodista, toda realidad siempre es compleja y requiere, por tanto, el máximo de rigor profesional. De ahí que por ello estemos de acuerdo con el principio planteado por el novel colombiano.
4. Bibliografía
--W. Gaines, Periodismo Investigativo para prensa y televisión, TM Editores, Colombia, 1996.
--P. Rodríguez, Periodismo de investigación, técnicas y estrategias, Barcelona, Paidós, 1994.
--G. Reyes, Periodismo de Investigación, Trillas, México, 1996.
--M. Quesada, La investigación periodística, Ariel, Barcelona, 1987.
--Revista Chasqui, No. 4l, 1993, Lima,
--UPEC, Documentos aprobados por el Séptimo Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba, marzo de 1999.
--UPEC, Revista Enfoques
Resumen
Se aborda el concepto de Periodismo de Investigación, sus antecedentes y evolución, adoptando una actitud crítica frente a la noción más extendida que asigna al Periodismo de Investigación tres características fundamentales.
Partiendo de ello, el autor asume sin embargo que lo esencial del Periodismo de Investigación está en los métodos y técnicas que emplea para la indagación y recogida de datos, con lo cual se aparta sin duda de aquellos que hacen el énfasis principal en la actitud de la fuente y el impacto potencial del tema y su publicación.
Estos criterios se concretan en una propuesta de seis principios o criterios a tener en cuenta:
1. Selección y enfoque del tema, 2. Intencionalidad del impacto final en la opinión pública, 3 Objetividad en la búsqueda consecuente de la verdad, 4. Enfoque integral y estratégico del trabajo con las fuentes de información, empleando diversidad de métodos y técnicas de investigación, 5. Normas y principios éticos, 6. Enfoque integral y sistémico de la estrategia comunicativa.
Tomando como base estos criterios, propone los principales pasos a dar para llevar a la práctica el periodismo investigativo.
Concluye precisando finalmente que no se trata de un nuevo género, sino de una actitud y métodos periodísticos puestos en práctica ante determinados temas que así lo exigen por su importancia y complejidad.

EVOLUCION HISTORICA DEL CINE

La historia del cine se inicia el 28 de diciembre de 1895, cuando los hermanos Louis y Auguste Lumière realizaron la primera proyección pública de imágenes en movimiento. Los Lumière habían inventado lo que muchos han calificado como la fábrica de los sueños mientras que para muchos otros es una fábrica, sí, pero de hacer dinero.
El cinematógrafo, el invento de los Lumière, tenía como antecedente el kinetoscopio de Thomas Edison. Ellos consiguieron fabricar una cámara más portátil y funcional a partir de aquel artefacto, que registraba imágenes en movimiento, aunque no era capaz de reproducirlas. Aunque los hermanos Lumière nunca tuvieron excesiva confianza en las posibilidades técnicas y artísticas del nuevo invento, poco a poco estas proyecciones van atrayendo a un número de espectadores cada vez mayor. Las primeras películas combinaban indistintamente dos tendencias cinematográficas que pronto se escindirían: el cine documental y el cine de ficción. Por un lado exhibían escenas de la vida cotidiana, filmadas en exteriores: trabajadores saliendo de las fábricas, trenes, transeúntes… y, por otro, representaciones escenificadas grabadas en interiores. Algunas de estas cintas a las que nos referimos son las famosas Salida de la fábrica (1895) o La llegada del tren a la estación (1895)
Pronto, el particular invento fue distribuido por todo el mundo, bien a través de la compra de la patente, o bien mediante la copia del artilugio. Diferentes inventores alemanes, norteamericanos e ingleses copiaron y mejoraron el cinematógrafo, y puede decirse que a finales del siglo XIX un amplio número de personas en Europa y en Estados Unidos habían visto algún tipo de imágenes en movimiento. Por ejemplo, en el caso de la India, el cinematógrafo llegó solamente un año después de que lo inventaran los hermanos franceses.
Una vez comprobado su potencial económico, el cine se convirtió pronto en un espectáculo de feria, barato y popular, despreciado por los intelectuales, muy alejado de la categoría de Arte bajo la que hoy se le considera. Poco a poco el cine comenzó a dejarse de ver como un espectáculo de feria y ciertos intelectuales ya lo empezaban a reivindicar como un Arte. A partir de 1910 comienzan a producirse en Europa películas de mayor duración y más calidad. En Francia se adaptaron obras de Victor Hugo o Emile Zola, mientras que en Italia se consolidaba una forma de hacer cine que influirá en todo el mundo. Mientras, en Estados Unidos empiezan a fundarse los primeros estudios cinematográficos
En la Exposición Universal de 1900 el aparato causó una gran sensación, lo que supone el impulso definitivo para su expansión. En Estados Unidos se eliminó la marca Lumière del cinematógrafo, tras un forzado conflicto legal, lo que marcó la desligazón del cine europeo y anglosajón. Por su parte, sería la firma de Charles Pathé la que extendería el cinematógrafo a Berlín, Londres, Roma, Moscú… Antes de la Primera Guerra Mundial, el cine francés se había adueñado del mundo. En 1913 la firma Pathé equipaba el 95% de las salas de Bélgica, El 60% de Rusia y el 50% de Alemania. Incluso durante esta época, el cine americano, pese a su producción autóctona continuaba importando filmes franceses. A partir de la Primera Guerra Mundial, el testigo del mayor productor de cine pasaría a manos anglosajonas.
Pronto se vio que la capacidad de conexión con el público que poseía el cine implicaba excelentes expectativas económicas. Aunque hoy hablemos del cine europeo como un cine de autor y de un cine norteamericano centrado en los aspectos comerciales, lo cierto es que a ambos lados del Atlántico pronto se enfocó el cine como un negocio. El cine nació con una pronta vocación industrial, que se concretó rápidamente en la creación de diferentes empresas con la intención de rentabilizarlo, es decir, las productoras. Esta visión del cine como un producto rentable contribuyó a la realización de cada vez mejores películas, haciendo avanzar el lenguaje cinematográfico, ya que el público demandaba mejores historias. Todo ello animaba a las empresas a invertir en esta industria.
Algunas de las películas rodadas durante estas tres primeras décadas han pasado a la historia del cine, convirtiéndose en clásicos y marcando inexorablemente la evolución posterior del lenguaje cinematográfico. El nacimiento de una nación (1915) o Intolerancia (1916), convierten a su autor, David W. Griffith (1915), en uno de los padres del lenguaje cinematográfico, quién concreto en estas dos películas todas las aportaciones hechas en el cine hasta entonces. De la misma manera pasarían a la historia Frizt Lang, Sergei M. Eisenstein, Cecil B. DeMille, Charles Chaplin, Friedrich W. Murnau, Dziga Vertov, Jean Epstein, etc
Paulatinamente el cine se iba desarrollando a lo largo de todo el mundo pero no homogéneamente, de manera universal, sino que el cine se impregnó de los valores culturales de cada país. Desde un primer momento se detectaron aspectos y formas de lenguaje en cada país que remitían a una manera de entender la producción distinta, que constituyeron distintas identidades cinematográficas a lo largo del mundo.
A un lado del Atlántico se sitúa la poderosa industria de Hollywood, que desde un principio se conforma entorno a unas pocas sociedades que concentrarán la producción, distribución y exhibición de las películas con el fin de conseguir rentabilizar. Por su parte, las vanguardias europeas (francesa, alemana y soviética, principalmente) se caracterizaron durante los años 20 por su experimentación formal con el lenguaje cinematográfico y reivindicando para el cine el estatus de arte. Los discursos cinematográficos surrealistas, expresionistas y de la vanguardia soviética intentaron, además, buscar soluciones que, vistas hoy nos parecen un poco utópicas, a los problemas sociales y culturales de la época. Sin embargo, el estalinismo, el nazismo y la Segunda Guerra Mundial pronto acabarían con esta tendencia experimentadora.
A pesar de que el cine caminaba con paso firme en todos los países, ya durante los años 20 la producción de Estados unidos comienza a destacar sobre la del resto de cinematografías mundiales, incluida la francesa. En 1920 Estados Unidos produjo 796 largometrajes, frente a los 646 producidos por Alemania o a los 65 en Francia. En este año cerca del 80% de las películas proyectadas en Europa fueron estadounidenses. Hollywood arrancaba como sede mundial de la industria cinematográfica.
El cine en Rusia comienza a desarrollarse prácticamente al mismo tiempo que en el resto de Europa y en los Estados Unidos. El cine soviético tiene la particularidad de que, a pesar de estar controlado por el régimen, vive uno de sus momentos de mayor esplendor.
A partir de 1917, con la toma del poder por parte de los soviets, el cine se convierte en el arte oficial del régimen, convirtiéndose en un medio de propaganda. Dado el interés que el nuevo gobierno tenía en el cine, dotó a los cineastas soviéticos de los medios necesarios para desarrollar su trabajo y crear películas y documentales que no sólo buscaran el entretenimiento, sino que también sirvieran para adoctrinar, motivar y explicar a la sociedad el ideario soviético. En torno a Moscú aparecen varios centros de enseñanza de los oficios cinematográficos, como la FEKS.
El cine soviético se caracteriza no solo por su vinculación política con el nuevo régimen, sino también por sus innovaciones estéticas: el enorme interés por el montaje. En las películas soviéticas el cineasta juega con el espacio y el tiempo, manipulándolos a su voluntad. Otros elementos plásticos como la fotografía también acaparan la atención de los directores soviéticos, cuyas películas siempre denotan un enorme sentido estético.
De la primera generación de directores soviéticos destacan Eisenstein (autor de El Acorazado Potemkin u Octubre) y Vertov, quien se dedica sobre todo al cine documental propagandístico, siendo un modelo para posteriores documentalistas europeos y norteamericanos.
Durante la primera etapa del cine, antes del sonoro, las cinematografías más destacables son la alemana y la soviética. En Alemania destaca el movimiento expresionista, desarrollado durante la República de Weimar, una etapa de depresión económica, moral y social, tras la derrota sufrida por el país en la Primera Guerra Mundial.
Esta situación caótica fue el contexto donde se desarrolló el Expresionismo alemán, un cine que reflejaba el estado del alma y la psicología de los alemanes, y enlazaba con las teorías psicoanalíticas de Freud. Las películas del Expresionismo tienen un marcado tono metafísico, reivindicando claramente lo gótico y lo romántico.
El primer cine alemán estaba sustentado por la productora UFA, creada por el gobierno alemán para contrarrestar la influencia en Alemania del cine norteamericano y para intentar hacer frente a la poderosa industria yanqui.
El Expresionismo alemán ejerció una notable influencia en la cinematografía norteamericana de los años treinta y cuarenta, cuando muchos de sus cultivadores (en su mayoría, judíos) se vieron obligados a exiliarse fuera de su país al ascender Hitler al poder en 1933. Muchos de estos directores, como Fritz Lang, B. Wilder, o F. Zinnemann acaban en Hollywood haciendo cine negro, al que incorporan una herencia cultural propia muy concreta. El Expresionismo alemán, que se convierte así en la referencia estética principal del cine negro y de terror norteamericano. Fue un movimiento cinematográfico de gran trascendencia y constituyó por sí sólo la edad dorada del cine alemán. Una de las películas más características de esta tendencia fue El Gabinete del Doctor Caligari (1919) de R. Wienne.
En Europa el panorama es amplio, disperso, heterodoxo y muy rico a nivel artístico. El nacimiento del cine sonoro y la rápida capacidad de adaptación que el cine norteamericano había demostrado requirieron la reacción de Europa para ponerse a su altura. A principios de los años treinta la cinematografía alemana era la única industria capaz de competir con el cine norteamericano. En 1933, con el advenimiento de los nazis al poder, la poderosa industria cinematográfica alemana queda desmantelada: muchos de sus profesionales, de origen judío, se ven obligados a salir del país y emigran al resto de Europa y, sobre todo, a Estados Unidos. A partir de 1933 en Alemania quedan sólo algunos cineastas adeptos al nuevo régimen, como Leni Riefenstahl.
Con la cinematografía alemana en crisis, el cine francés se convierte en el más importante en Europa. Aunque había perdido su inicial posición a la cabeza del cine universal tras la desaparición de Pathé-Gaumont, Francia seguía teniendo la industria cinematográfica más sobresaliente del Viejo Continente. Allí encontramos a directores vanguardistas y a otros que cultivan un cine más convencional; perviven y se consolidad clásicos procedentes del período mudo (Jean Renoir, René Clair, Jean Vigo…) y surgen nuevos nombres. Al público francés le gustaba mucho su propio cine, lo cual ayudó bastante al desarrollo y a la consolidación de la industria cinematográfica francesa como la única en Europa capaz de oponerse un poco al predominio norteamericano.
La cinematografía británica siempre ha sido mantenido estrechas colaboraciones con Hollywood, con un intercambio constante de técnicos, directores, guionistas y actores. En los años treinta, las figuras más importantes son Alfred Hitchcock y Alexander Korda. No obstante, la poderosa llamada de la industria Hollywoodiense acabaría por atraer a Hitchcock, quien previamente realizó películas en su etapa británica como Treinta y nueve escalones (1935). Además, los treinta confirmaron que los británicos eran ya entonces unos maestros del documental y del cine informativo, con el saber hacer de directores como Robert Flaherty.
En cuanto a Italia, en un contexto político marcado por el régimen fascista de Mussolini, su cinematografía se ve marcada con un cariz propagandístico, lo que impide que florezca como en países vecinos. No ocurre lo mismo en la Unión Soviética que, a pesar de las imposiciones ideológicas del régimen, los cineastas logran desarrollar su trabajo con mejores frutos. No obstante, la presión política ejercida sobre los creadores obliga en ocasiones, por ejemplo a ensalzar la figura de Stalin.
A finales de la década de 1940, en Italia, el cine experimentó un renacimiento, con la aparición del Neorrealismo, el cine italiano logró captar la atención mundial y dio a conocer al gran público a varios de los principales directores italianos.
El Neorrealismo italiano recibe influencias de las cinematografías de distintos países: las ideas del cine-ojo de Dziga Vertov, las imágenes naturalistas de Renoir y el realismo negro francés. Todas estas influencias confluyen en un cine de realismo intenso, rodado en escenarios naturales y con actores no profesionales, uniendo el documental y la ficción para mostrar los problemas de la sociedad. Este movimiento se inició con Roma, ciudad abierta (1945) de Roberto Rossellini, principal artífice del movimiento junto con Vittorio de Sica, Luchino Visconti y Giuseppe de Santis.
La guerra y la situación dejada por ella eran algunos de los temas recurrentes. Roma, ciudad abierta describía la ocupación nazi de Roma y la resistencia del pueblo italiano. Vittorio de Sica retrató la miseria y el desarraigo social en la posguerra italiana en Ladrón de bicicletas (1948), rodada por entero en las calles de Milán, que reflejaba la dura realidad de la posguerra italiana. Visconti, autor de obras como Rocco y sus hermanos, partía de unos planteamientos más estéticos introduciendo un aliento poético en la realidad. Giuseppe de Santis dirigió Arroz amargo (1949), un sensual drama sobre la recolección del arroz por mujeres.
En la década de los cincuenta el Neorrealismo fue perdiendo fuerza. El cine italiano, más amable y vital, fue derivando hacia la comedia social. No obstante, la tradición neorrealista siguió conservándose en autores como Pier Paolo Pasolini con El evangelio según San Mateo (1964), mientras que Federico Fellini, que había participado en los inicios del movimiento, le dio un estilo más poético, como muestran La dolce vita (1960) u Ocho y medio (1963). También uno de los más polémicos directores de la década de 1960, Michelangelo Antonioni, emergió del movimiento neorrealista.
En los años setenta el cine italiano cambió hacia un constante debate sobre la situación política. El cineasta más influyente de este período fue Bernardo Bertolucci, autor Novecento (1976). Los viejos cineastas que comenzaron con el Neorrealismo cambiaron sus planteamientos estéticos. El toque lírico de Visconti lo encontramos en Muerte en Venecia (1971). El peculiar universo de Fellini, entre lo fantástico y lo onírico, lo vemos en Roma (1972) y Amarcord (1973).
En Gran Bretaña los jóvenes cineastas sentían un deseo de renovación y vuelta a la realidad. Tampoco querían grandes temas ni glamour, pues para esto ya estaba Hollywood, sino la vida estaba en la gente de la calle. En esto coinciden con sus coetáneos franceses. Pero los cineastas del Free cinema estaban más próximos a la realidad y reivindicaban cambios sociales concretos; rechazaban el conformismo y la hipocresía de la tradición monárquica inglesa.
Dada la proximidad cultura e idiomática de Gran Bretaña con Hollywood, éste fue el país europeo que más dejó sentir la influencia del gigante americano en su cinematografía. El trasvase de actores, directores y guionistas fue constante. Actores británicos e irlandeses, como Julie Christie, Albert Finney, Glenda Jackson, Richard Harris, Peter O'Toole, Alec Guinness o Vanessa Redgrave se hicieron muy populares.
En cuanto al cine en España, la aparición del sonoro provoca desorientación en la industria cinematográfica española, que, incapaz de adaptarse con rapidez a los adelantos técnicos, queda por un tiempo paralizada. Se produce en este momento una importante emigración a Hollywood. En 1934 se crean los estudios Cinematográfica Española y Americana (CEA), fundados por varios dramaturgos. También en esos años se crea la distribuidora Compañía Industrial Film Española Sociedad Anónima (CIFESA), que después se convertiría también en productora.
Si en Europa la Segunda Guerra Mundial marcó el rumbo de la industria cinematográfica, en España será la dictadura franquista la que cause una brecha mucho más duradera. Así, durante la dictadura se creó la Junta Superior de Censura Cinematográfica, que obligaba a quienes quisieran realizar una película a presentar previamente el guión y después la película, pues ésta debía ajustarse a "la exaltación de los valores raciales y la enseñanza de nuestros principios morales y políticos".
No obstante, durante esta etapa se realizó un puñado de excelentes películas a cargo de autores como Juan Antonio Bardem o Luís García Berlanga. En esos años en el cine español se deja sentir la influencia del neorrealismo italiano. Títulos de esa etapa son Bienvenido Mr. Marshall (1952) y El verdugo (1963), ambas de Luis García Berlanga, y Muerte de un ciclista (1955), de Juan Antonio Bardem. En la década de 1960 aparece el llamado nuevo cine español, con realizadores como Carlos Saura, Mario Camus, Manuel Summers, Miguel Picazo, Fernando Fernán Gómez… La década de 1970 se caracterizó por las comedias populares comerciales, todo un subgénero bautizado como 'destape'. Una vez reinstaurada la monarquía, el cine se liberaliza y toca temas que en el franquismo estaban prohibidos.
A parte de Europa y Estados Unidos, el cine se desarrolla en otros lugares del mundo, entre los que destacan Japón o la India, sin demasiada repercusión en el resto de cinematografías. Si las industrias europeas y estadounidenses habían bebido la una de la otra en ciertas ocasiones, el cine de estos otros países había desarrollado un camino algo más alejado e independiente.
El cine japonés es prácticamente desconocido en Occidente, aunque la década de los treinta ya cuenta con autores importantes. No será hasta los años 50 cuando el cine japonés u oriental comience a expandirse por el resto de culturas y a influenciar las maneras occidentales de hacer cine. En 1951, el director de cine japonés Akira Kurosawa, con Rashomon, ganó el gran premio del Festival Internacional de Cine de Venecia, dando a conocer el potente cine de su país al público occidental, después de años en que maestros japoneses del cine, como Yasujiro Ozu, hubieran sido la fuente de inspiración para los cineastas occidentales (de hecho, el propio Kurosawa fue plagiado por la industria de Hollywood en dos ocasiones, con Los siete samuráis (1954), de la que los estadounidenses hacen Los siete magníficos, de John Sturges, seis años después, y con Mercenario (1961), de la que parte Sergio Leone para hacer sus spaghetti-western). A partir de este momento los ojos de Occidente se han posado repetidamente sobre el cine japonés, hasta constituir hoy en día una de sus máximas fuentes de inspiración.
Por su parte el cine indio despega en 1913, y desde entonces se ha dedicado básicamente al mercado interno. No obstante, durante las primeras décadas del cine el brazo de Estados Unidos también había llegado a la India. Tras la Primera Guerra Mundial, el 85 % de las películas de ficción que se exhibían en la India eran estadounidenses. Pero la introducción del sonido en 1913 provocó una diferencia inmediata, ya que los hindúes demostraron una clara preferencia por las películas rodadas en su idioma y que representaban tramas en las que se pudieran sentir representados.
TRANSICION DEL CINE MUDO AL CINE SONORO
El final de la década de los veinte está marcado por la revolución que supuso la llegada del cine sonoro. La primera película que se considera sonora es El Cantor de Jazz, de Alan Crossland. Warner Bros. hizo esta película cuando estaba casi en la ruina, en un desesperado intento de salir a flote, y gracias al éxito del filme logró resurgir e impuso el sonido al resto de las productoras.
Aunque en un principio parecía que la incorporación del sonido restaba expresividad a los planos, pronto se supo aprovechar la capacidad comunicativa que aportaban los diálogos. Los espectadores podían entender mejor las historias y muchos intelectuales vieron la posibilidad de escribir guiones interesantes.
A efectos del cine como sistema global, la incorporación del sonido trajo cambios en la industria. Ya no bastaba con ser fotogénico, sino que la voz tenía que cumplir unas expectativas. En el cine norteamericano muchos actores de origen extranjero vieron reducidas sus posibilidades de triunfar en Hollywood, pues su acento no se ajustaba a las exigencias de los personajes, por lo que se vieron relegados a interpretar papeles muy concretos.
Los estudios, que por entonces aglutinaban en sí mismos todas las actividades cinematográficas de forma vertical (producción, distribución y exhibición), se vieron obligados a realizar grandes inversiones para adaptarse a la nueva tecnología del registro del sonido. Las cámaras de cine, para asegurar una buena sintonización entre la banda sonora y la de imagen, pasaron a rodar a 24 fotogramas por segundo, lo cual implicó también la reforma de las salas de exhibición.
La aparición del sonoro también supuso la necesidad de cambiar la estructura financiera de Hollywood. Con la aparición del sonoro el control de la industria se pierde definitivamente para las empresas puramente cinematográficas, y se concentra en manos de la gran banca y de la industria electrónica.
La llegada del sonido también potenció la importancia de los guionistas en la industria del cine, quienes hasta entonces no habían tenido demasiada. Así llegaron a Hollywood muchos periodistas, escritores y dramaturgos (los hermanos Mankiewicz, Charles McArthur, Ben Hecht, etc) de la Costa Este de los EE.UU. y también de Europa, atraídos por la enorme oferta de trabajo que representaba escribir para la industria cinematográfica.
La llegada del sonoro supuso el despegue definitivo de la industria de Hollywood como hegemón mundial en el ámbito de la cinematografía. A partir de este momento se convertiría en la referencia para todos los profesionales del cine. Actores, directores o productores iniciados en sus países de origen respectivos en el mundo del celuloide tendrían como destino la industria de Hollywwod, bien por medrar en sus carreras profesionales, bien porque las circunstancias sociopolíticas de Europa les obligaba a ello (la Segunda Guerra Mundial fue causa de una gran diáspora de personalidades del cine).

sábado, 26 de junio de 2010

COMEDIA DE MOLIERE Y TEATRO DEL ABSURDO

EL GÉNERO TEATRAL
La tragedia
La tragedia es seguramente la más brillante de las invenciones griegas y la que mayor esplendor alcanzó, contemporánea e históricamente. La tragedia griega clásica supone el inicio de un género que aún hoy en día pervive y que sigue tomando como ejemplos indiscutibles de maestría aquellas obras que en la Grecia Clásica se escribieran mucho antes del nacimiento de Cristo. La tragedia griega fue y sigue siendo el canon de perfección temática y formal del género dramático.
La tragedia griega clásica no es de tema original, es decir, el dramaturgo no inventa, no idea, el argumento de su obra sino que, tomando sus temas de la Ilíada y de los ciclos legendarios conocidos por todos los griegos - pues eran temas de la mitología popular - la tragedia griega nos muestra el conflicto personal de los héroes en su momento más dramático, por ejemplo: no se nos va a relatar la historia de Edipo de Tebas, sino que se nos va a presentar el momento más dramático, el punto álgido de la tragedia del tebano Edipo.
Se nos mostrará al héroe en su momento más humano, más visceral, hasta el punto de que, a pesar de ser héroes de la mitología y de las leyendas helénicas, siguen siendo hoy arquetipos ejemplares de las pasiones humanas más profundas y antropológicas. A ello y a su maestría, equilibro y perfección indiscutibles, tal vez se deba el hecho de que las tragedias griegas han sido las obras teatrales más veces adaptadas, representadas o versionadas. Baste el número de Antígonas, Electras o Edipos que desde su primera representación en la época antigua hasta hoy han sido representadas,
La tragedia griega, supone pues, el momento cumbre de la lucha entre el hombre - héroe y el destino, el hado funesto ante el cual nada es posible y sólo queda la estoica resignación, he aquí el héroe dramático griego. En cualquier caso, si escapar al destino es posible, sólo puede hacerse mediante el artificio dramático del deus ex machina, esto es, un dios aparece en la obra para salvar al héroe.
Lamentablemente, de todas las obras que debieron escribirse y representarse, una mínima parte ha llegado hasta nosotros, poco sabemos de los primeros dramaturgos como Quérilo, Frínico o Prátinas de Fliunte, tampoco sabemos mucho de los competidores de los tres grandes (Esquilo, Sófocles y Eurípides), apenas fragmentos de algunas de sus obras. De hecho, de los mismos tres grandes trágicos, sólo unas cuantas de sus obras nos han llegado pues debieron escribir muchas más ya que algunas referencias hablan de que entre los tres, debieron escribir cerca de trescientas tragedias. La suerte histórica quiso que muchas de las tragedias representadas en los concursos dramáticos desaparecieran, quedando muchas veces sólo la obra ganadora. Muchos de los manuscritos se conservaron en la Biblioteca de Alejandría, pero el incendio primero de la Gran Biblioteca en época de César y el último provocado por las turbas de cristianos enfurecidos, acabaron con la mayor parte de los manuscritos que tanto valor literario e histórico poseían.
Así, la funesta suerte que corrió la biblioteca de Alejandría - incendios, asaltos, etc. hasta su completa desaparición - contribuyó sin duda a que obras únicas acabaran en las fauces de los fuegos o de las turbas populares cristianas.
En cuanto al tema de la tragedia, como ya se ha dicho antes, procedía de los cantos homéricos (Ilíada y Odisea) , de los ciclos de Tebas y de Micenas - Argos de los cuales debieron existir cantos épicos hoy perdidos. Sea cual fuere el caso, el hecho es que cuando el pueblo griego iba al teatro, ya conocía la historia, por ejemplo: cuando el público griego acudió a ver el Edipo de Sófocles, ya sabía perfectamente quién era Edipo y cuál era su fin y cuál había sido su antecedente. La labor del dramaturgo era la de enriquecer o variar el tema, labor que era discutida o loada por el público, esto explica la existencia de los mismos temas en diversos autores: cada uno daba su versión particular de los hechos legendarios.
Sin embargo, habría que matizar el concepto de tragedia en la Grecia Clásica.
Concepto de tragedia en la Grecia Clásica:
Dice Asklepios ("Asklepios, el último griego", Miguel Espinosa) que la tragedia viene a ser el resultado de la confrontación entre la casualidad y la necesidad. Y creemos que ésta es una de las definiciones más acertadas sobre tragedia que jamás se hallan escrito y la que vamos a adoptar en esta página.
Antígona es un gran ejemplo, clarificador sin duda, de lo que este conflicto entre casualidad y deber es. Antígona por deber tenía que enterrar a su hermano; por casualidad, no podía hacerlo. He aquí el conflicto, el choque brutal, la tragedia. Hablamos, en definitiva, del destino, del hado, del fatum latino.
Temática de la tragedia
Cuando los griegos iban al teatro, los temas representados ya les eran conocidos pues procedían de leyendas y mitos. Los héroes de la Ilíada de Homero o los personajes de los ciclos legendarios de Tebas y Micenas - Argos eran los protagonistas de las tragedias en las que el dramaturgo proponía un nuevo punto de vista sobre la leyenda o el mito ya conocido.
Así pues, derivada de la épica homérica y de otras leyendas es la temática de la tragedia griega que se basa, principalmente, en dos ciclos: el ciclo de Micenas o de Argos y el de Tebas.
El ciclo de Tebas:
La figura principal de este ciclo es Edipo. Edipo era hijo de Layo, rey de Tebas, y de Yocasta. Un oráculo había anunciado al matrimonio que si tenían un hijo, éste mataría a su padre y traería la desgracia al linaje. Cuando nace Edipo, los reyes deciden abandonar al niño y atarle los pies a fin de que muera y no provoque las desgracias vaticinadas. El niño es encontrado, sin embargo, por el rey Polibos, el cual lo lleva a la corte y lo cría como si fuera su propio hijo. Ni siquiera Edipo conoce su procedencia.
Un día, el oráculo vaticina a Edipo lo que antaño vaticinara a su padre: que mataría a su padre y se casaría con su madre y traería desgracias a todo su linaje posterior. Para evitar esto, Edipo, ya hombre, abandona la corte de Polibos (el que creía que era su padre) para no acabar matándolo, y llega a Tebas.
De camino a Tebas tropieza con su verdadero padre, Layo de Tebas, y tras una discusión, Edipo mata a Layo, cumpliéndose una parte del oráculo, pero sin que él supiera que era así.
En Tebas la Esfinge - monstruo mitad león y mitad mujer - tiene aterrorizada a la población, plantea enigmas a los que pasaban por allí y a los que no eran capaces de resolverlos, los devoraba. El enigma de la Esfinge era éste: ¿Cuál es el animal que cuando nace anda con cuatro patas, cuando es adulto con dos y cuando es más débil y viejo lo hace con tres?. Edipo responde que el hombre, que cuando nace gatea (cuatro patas) cuando es adulto anda erguido (dos patas) y cuando es viejo se ayuda del bastón (tres patas). La Esfinge, despechada y humillada se tira al abismo y acaba la presión que ejercía sobre Tebas.
Los ciudadanos de Tebas, agradecidos a Edipo, le casan con Yocasta, viuda de Layo, y así Edipo gobierna en Tebas sin saber ni él ni nadie, que se ha casado con su propia madre.
Años más tarde se descubre el incesto, principalmente debido a las heridas que Edipo tiene en sus piernas de cuando le ataron sus padres los pies para abandonarlo. Al saber la verdad, Yocasta se suicida y Edipo se arranca los ojos. Ocupa entonces el trono de Tebas Creonte, el hermano de Yocasta.
Del matrimonio entre Edipo e Yocasta, habían nacido cuatro hijos: Etéocles, Polinices, Antígona e Ismena. Los dos varones (Etéocles y Polinices) al conocer el incesto provocado por su padre, lo expulsan de Tebas, a lo cual Edipo maldice a sus hijos diciendo que acabarán matándose entre ellos. Para que la maldición paterna no se lleve a cabo, ambos hermanos deciden gobernar Tebas alternativamente un año cada uno. Etéocles comienza a gobernar, pero pasado un año, se niega a devolver el reino a su hermano. Polinices entonces va a Argos, donde se casa con la hija del rey, Argia. Polinices y Adrastro, el rey de Argos, se deciden a ir a Tebas a luchar contra Etéocles y emprenden la campaña bélica de "Los siete contra Tebas" (obra de Esquilo). Ambos hermanos, Etéocles y Polinices, se enfrentan y acaban matándose mutuamente.
Mientras tanto, Edipo, que había sido expulsado de Tebas y que había sido guiado, pues estaba ciego, por su fiel hija Antígona, muere en Colono. Una vez muerto su padre, Antígona vuelve a Tebas donde vivió con su hermana Ismena. Al morir los hermanos, Creonte, el nuevo rey de Tebas, decide que se den honras fúnebres a Etéocles, pero no así a Polinices que ha de morir devorado por las aves de rapiña, abandonado su cuerpo sin sepultura. Antígona, que no puede soportar la idea de que su hermano no sea enterrado, decide hacerlo y da honras fúnebres a Polinices. Creonte condena pues a Antígona por no acatar la orden, y su condena es ser encerrada viva en una tumba donde acabará ahorcándose. Hemón, hijo de Creonte, primo de Antígona y enamorado de ésta, se suicida junto al cadáver de su amada Antígona.
Estructura de la tragedia
En la estructura de la tragedia griega se distinguen las siguientes partes:
Prólogo
De forma monologada generalmente, o dialogada e algunos casos, en el prólogo se cuentan los antecedentes de la historia que se va a representar y en qué punto ésta comienza a relatarse, además de situarnos y anticiparnos la historia.
Párodos
Es el canto inicial del coro que debe su nombre a la escalinata por la que el coro subía desde la orquestra a la escena.
Episodios
Su correspondiente actual serían los actos. Estaban separados unos de otros por cantos del coro llamados estásimos.
Éxodo
Es el último de los episodios que consiste en la salida del coro tras su última intervención
Las normas clásicas:
Toda obra trágica de teatro helénico se configura a las denominada "normas clásicas" por haber sido utilizadas, precisamente, en la Grecia Clásica. Estas normas clásicas son: unidad de tiempo, unidad de acción, unidad de espacio.
Esto viene a significar que una obra no debe sobrepasar un día (en los hechos que narra); no debe tener acciones secundarias, sino una sola y principal; y un sólo espacio, es decir, el escenario sólo puede representar un espacio físico concreto (un palacio, o un jardín...) pero nunca varios (no se permite convertir el escenario, por ejemplo, de los exteriores de un palacio, a los interiores).
La comedia
El término Comedia provendría del griego "comos" que no es ni más ni menos que aquellas injurias y dichos que el pueblo griego lanzaría en las fiestas dionisíacas como elemento satírico y humorístico.
La comedia es, ante todo y sobre todo, una crítica endulzada con el humor que gustosamente tomaba el público griego poco después de haber visto representarse las tragedias en los concursos.
Tema y estructura
A la gravedad y solemnidad de la tragedia, se opone el tono burlón, cómico y satírico de la comedia. Tampoco es algo que haya de extrañarnos pues, ya en versos yámbicos este tono era usual. También encontramos los dramas satíricos, con los que los trágicos remataban las dos tragedias que representaban en los concursos de teatro. Estos dramas satíricos trataban de temas mitológicos sobre los que el autor trágico añadía ciertas notas humorísticas, sea como fuera, aún versos yámbicos y dramas satíricos restan bastante de lo que es la comedia.
Elementos de la comedia
La comedia, que cuenta con una alternancia entre coro y personajes parecida a la de la tragedia, se diferencia, principalmente de ésta en dos puntos:
Agón o combate. Es el primer episodio de la comedia en el que hay una lucha en la cual, el vencedor, es el personaje que representa las ideas del comediógrafo.
Parábasis: durante un momento de la representación cuando la escena ha quedado vacía y los actores han salido, el coro se quita sus máscaras y mantos y avanza hacia el público. Esta parábasis tiene siete partes, a saber:
Commation: un canto muy breve
Anapestos: discursos al público lanzados por el corifeo (dirigente del coro)
Pnigos: es un parlamento largo sin interrupción
Cuatro trozos de estructura estrófica.
La comedia no exigía de las unidades de tiempo y de lugar, pero lo cierto es que los comediógrafos tienden a ellas.
Temática de la comedia:
En la tragedia, el espectador sabía qué es lo que iba a ver, conocía el tema, sin embargo, en la comedia, el argumento se ignora totalmente: se encuentra el espectador ante una trama desconocida y unos personajes también desconocidos. El comediógrafo tiene que llevar a cabo una gran labor creadora y debe ser original. Todo es materia para la temática de la comedia, pero sobre todo, temas cotidianos, de la misma calle y del mismo tiempo en que los espectadores vivían, así vemos que, Aristófanes llevará a escena la política de la época, las innovaciones de la Atenas que le es contemporánea, la filosofía, las nuevas ideas sobre la educación de la juventud (sofistas), coge a los mismos personajes que pasean por el ágora y los caricaturiza y satiriza. ¡El mismo Sócrates aparecerá ridiculizado por Aristófanes! La vida cotidiana es un espectáculo cómico, es el hecho de reírse "de uno mismo".
Con todo esto, la tragedia no es un retrato "realista", ni mucho menos, los temas y los personajes son reales ( o al menos tomados de la realidad) pero la trama resulta a veces inverosímil y disparatada, casi rozando lo absurdo. Es una explosiva mezcla de realidad y la fantasía más disparatada.
Para Aristófanes, la risa es un fin, así que todo tiene cabida en su teatro. La comedia es un desahogo de alegría, de hecho, filósofos de épocas anteriores habían definido al hombre como el único ser capaz de reír.
La comedia nueva
Después de Aristófanes, la comedia griega experimenta un cambio que trastornará lo que hasta entonces se entendía como tal, como comedia. Algunos autores defienden una periodización de la comedia clásica griega en Comedia Antigua, Comedia Media y Comedia Nueva. No obstante, faltan documentos para poder acreditar esta división. Sea como fuere, el caso es que se ha considerado a Menandro como el máximo representante de la denominada Comedia Nueva.
Muchas causas explicarían esta evolución de la comedia: desde que la risa dejaba de ser rentable tras la guerra de con Esparta, hasta que los filósofos habían instaurado una vida más "refinada" en la que la grosería de la comedia ya no tenía cabida. La Comedia Nueva será más reflexiva y menos disparatada, más proporcionada como obra de arte.
En cuanto a los personajes, a los casi "reales de Aristófanes" se oponen los tipos de Menandro que toma de la realidad genérica, por ejemplo: habrá un tipo que será la ramera interesada, mientras que Aristófanes cogería a una ramera en concreto de la realidad misma. Así, tipos son: el soldado fanfarrón, el viejo avaro, el joven con demasiados amoríos y deudas, el esclavo ingenioso, la doncella desventurada, etc.
La Comedia Nueva no tolera la presencia de divinidades y sus temas son muy tópicos: el joven que quiere casarse en oposición a los deseos de su padre, el viejo y sus "salidas" de las cuales trata que no se entere su esposa, etc.
El drama satírico
Muy poco se sabe de este género del que sólo conocemos dos obras completas, y algunos fragmentos. Supone la cuarta fase del concurso en el que cada autor presentaba tres tragedias (trilogía) y un drama satírico completando una trilogía. Así, el drama satírico debía ir unido a las tragedias en su temática y suponía una descarga de tensión tras el gran dramatismo de las tragedias puesto que el drama satírico es una "burla", una "sátira" sobre temas mitológicos. En el drama satírico el coro está formado por sátiros y posee numerosas notas humorísticas. No por esto se trata de una comedia, ni mucho menos: "Los sabuesos" de Sófocles o "El cíclope" de Eurípides tratan temas mitológicos que poco tienen que ver con la comedia de la época, que trataba temas "de la calle" y actuales que nada tenían que ver con la mitología o la leyenda

Molière
Jean-Baptiste Poquelin, llamado Molière (París, 15 de enero de 1622 – ibídem, 17 de febrero de 1673), fue un dramaturgo y actor francés y uno de los más grandes comediógrafos de la literatura occidental.
Considerado el padre de la Comédie Française, sigue siendo el autor más interpretado. Despiadado con la pedantería de los falsos sabios, la mentira de los médicos ignorantes, la pretenciosidad de los burgueses enriquecidos, Molière exalta la juventud, a la que quiere liberar de restricciones absurdas. Muy alejado de la devoción o del ascetismo, su papel de moralista termina en el mismo lugar en el que él lo definió: «No sé si no es mejor trabajar en rectificar y suavizar las pasiones humanas que pretender eliminarlas por completo», y su principal objetivo fue el de «hacer reír a la gente honrada». Puede decirse, por tanto, que hizo suya la divisa que aparecía sobre los teatritos ambulantes italianos a partir de los años 1620 en Francia, con respecto a la comedia: Castigat ridendo mores, «Corrige las costumbres riendo».
También se sabe que el primer encuentro con la comedia en el teatro fue cuando fallece su madre producto de una grave enfermedad, es su abuelo quien lo lleva a él junto con sus hermanos a ver una obra de teatro callejera para que no se sientan tan tristes por tal evento
En 1643, Jean-Baptiste firma con los Béjart el acta de constitución del Ilustre Teatro. La directora será Madeleine Béjart, de la que se enamorará. En 1644, le sucede Jean-Baptiste, ya con el sobrenombre de Molière. Los inicios del Ilustre Teatro son mediocres. Tras varios fracasos, se acumulan las deudas y Molière es encarcelado varios días.
Deja París y se convierte en actor durante cinco años. En 1650 Molière vuelve a asumir la dirección de la compañía. Entre 1645 y 1658 se forma en el oficio de actor y dramaturgo: escribe esbozos de farsas, así como sus dos primeras comedias: El atolondrado o los contratiempos (L'Étourdi ou les Contretemps) y El despecho amoroso (Le Dépit Amoureux) en la que introduce al personaje de Crascarilles.
Al volver a París, protegido por Monsieur, hermano del rey, interpreta ante Luis XIV una tragedia, que aburre, y una farsa, que divierte. Molière tiene un gran talento cómico: su voz y su mímica desencadenan las risas. Pronto la compañía alcanza una reputación inigualable en lo cómico, y el rey los instala en el Petit-Bourbon, en donde actúa alternándose con una compañía italiana (Scaramouche).
La primera de las grandes comedias de Molière, Las preciosas ridículas (Les précieuses ridicules, 1659) consigue un éxito enorme y confirma el favor del rey. Sin embargo, el Petit-Bourbon es destruido para construir las columnas del Louvre, por lo que el rey los instala en 1660 en el Palacio Real.
En 1662, Molière se casa con Armande Béjart (hija o hermana de Madeleine), que tiene unos veinte años menos que él. El mismo año aborda un tema poco corriente en su época: la condición de la mujer. La escuela de las mujeres (L'École des femmes) es un gran éxito.
Los devotos y beatos que consideraban a Molière un libertino y temían la influencia que ejercía sobre el rey, declaran obscena e irreligiosa La escuela de las mujeres. Además, la protección del rey despierta celos en otras compañías teatrales.
Molière contraataca ridiculizando a sus adversarios en La crítica de la escuela de las mujeres (La Critique de l’École des femmes) y el Impromptu de Versalles (L'Impromptu de Versailles).
En 1664 se nombra responsable de las diversiones de la corte a Molière, pone en marcha Los placeres de la Isla encantada y representa La princesa de Élide (La Princesse d’Élide), en donde mezcla texto, música y danza y recurre a máquinas sofisticadas.
Ese mismo año Molière crea el Tartufo (Tartuffe), en la que denuncia la hipocresía religiosa. El escándalo que se levanta entre los beatos es de tal calibre que el rey prohíbe durante cinco años la obra. A pesar de ello, Molière lleva a cabo algunas representaciones privadas.
En 1665 se representan únicamente quince sesiones de su obra Don Juan, inspirada en El burlador de Sevilla de Tirso de Molina: Don Juan (Dom Juan). La compañía, apoyada por el rey, se convierte en la Compañía Real.
Durante los dos años siguientes, Molière enferma. Actúa de modo irregular, pero sigue escribiendo, en especial El misántropo (Le Misanthrope), en la que expresa su amargura tras su separación de Armande y El médico a palos (Le Médecin malgré lui). El misántropo 1666 introduce un nuevo tipo de necio: un hombre de elevados principios morales, que critica constantemente la debilidad y estulticia de los demás y, sin embargo, es incapaz de ver los defectos de Célimène, la muchacha de la que se ha enamorado y que encarna a esa sociedad que él condena.
Trata entonces de volver a representar Tartufo con otro título, pero al día siguiente se prohíbe la obra. En 1668 crea dos obras con aparatos: Anfitrión (Amphitryon) y Georges Dandin, así como El avaro (L'Avare). Se levanta la prohibición sobre el Tartufo en 1669 y la obra alcanza un enorme éxito. También escribe Los enredos de Scapin (Les Fourberies de Scapin) en 1671.
Su última obra es El enfermo imaginario (Le Malade imaginaire). Sufre un ataque en el curso de la cuarta representación y muere en su domicilio, sin renegar de su profesión de actor, considerada inmoral por la Iglesia. Bajo la ley francesa de aquel tiempo, no estaba permitido que los actores fueran enterrados en el terreno sagrado de un cementerio. Sin embargo, la viuda de Molière, Armande, le pidió al Rey que su cónyuge pueda tener acceso a un funeral normal por la noche. El Rey accedió y Molière fue enterrado en la parte del cementerio reservada a los infantes no bautizados.
Generalmente en las representaciones de teatro se dice que trae mala suerte vestirse de amarillo, dado que Molière sufrió el ataque estando en el teatro vestido de este color.

Teatro del absurdo
Teatro del absurdo es un término que abarca un conjunto de obras escritas por ciertos dramaturgos estadounidenses y europeos durante las décadas de 1940, 1950 y 1960 y, en general, el estilo teatral que surgió a partir de la obra de aquellos. Se caracteriza por tramas que parecen carecer de significado, diálogos repetitivos y falta de secuencia dramática que a menudo crean una atmósfera onírica. El teatro del absurdo tiene fuertes rasgos existencialistas y cuestiona la sociedad y al hombre. A través del humor y la mitificación escondían una actitud muy exigente hacia su arte. La incoherencia, el disparate y lo ilógico son también rasgos muy representativos de estas obras.
Sus raíces pueden encontrarse en las obras de "moralidad alegórica" de la Edad Media y en los autos sacramentales (dramas religiosos alegóricos) de la España barroca, en la literatura del "no-sentido" de autores como Lewis Carroll, en las obras de ensueño de Strindberg y las novelas de James Joyce y Franz Kafka, en el drama grotesco de Alfred Jarry; y en las farsas fráticas de Georges Feydeau; obras que tuvieron como continuadores directos el movimiento dadaísta y el surrealismo de los años 1920 y 1930. Una de las fuentes teóricas más potentes del teatro del absurdo fue El teatro y su doble, obra originalmente publicada en 1938 de Antonin Artaud, creador del estilo del teatro de la crueldad.
Surge en el siglo XX. Los autores comenzaron a aglutinarse bajo la etiqueta de lo absurdo como una forma de acuerdo frente a la ansiedad, lo salvaje y la duda ante un universo inexplicable y recayeron en la metáfora poética como un medio de proyectar sus más íntimos estados. Es por ello que las imágenes del teatro absurdo tienden a asumir la calidad de la fantasía, el sueño y la pesadilla, sin interesarle tanto la aparición de la realidad objetiva como la percepción emocional de la realidad interior del autor.
Así, por ejemplo, la obra Días felices de Beckett (1961) expresa una generalizada ansiedad del hombre sobre la aproximación de la muerte, a través de la imagen concreta de una mujer hundida hasta la cintura en el suelo en el primer acto y hasta el cuello en el segundo, mientras que en Rinocerontes de Ionesco (1960) se muestra la ansiosa preocupación acerca del esparcimiento de las inhumanas tendencias totalitarias mostrando a la población de una ciudad transformándose en salvajes paquidermos.
Entre los principales dramaturgos del teatro del absurdo se cuentan René Marques, Alfred Jarry, Antonin Artaud, Virgilio Piñera, Eugène Ionesco, Samuel Beckett, Jean Genet, Tom Stoppard, Arthur Adamov, Harold Pinter y Slawomir Mrozek. Algunas obras representativas son: Esperando a Godot, de Beckett y El rinoceronte, de Ionesco, o de este último también La cantante calva. Fuera del teatro: algunas de las películas de Luis Buñuel podrían catalogarse de absurdistas, si bien la clasificación es discutible.
La literatura del absurdo da muestra de la filosofía del dramaturgo de la cual Beckett es uno de los máximos representantes. Aunque más bien a Beckett se le relaciona con el Teatro del absurdo donde la tragedia y la comedia chocan en una ilustración triste de la condición humana y la absurdidad de la existencia. El dramaturgo del absurdo viene a ser un investigador para el cual el orden, la libertad, la justicia, la "psicología" y el lenguaje no son más que una serie de sucesivas aproximaciones a una realidad ambigua y decepcionante. El dramaturgo del absurdo desmantelará el viejo universo cartesiano y su manifestación escénica.

HISTORIA DEL TEATRO

Orígenes
El teatro, como tantas otras cosas, es un invento griego, tuvo sus orígenes en el siglo VI A.C en las fiestas dionisíacas que se celebraban en honor a dios Dionisio, alrededor de la segunda semana de marzo y en las afueras, (las Dionisíacas de los Campos) hacia septiembre. Duraban cinco días, el primero dedicado a la procesión, el 2º a la representación de cinco comedias y los tres últimos se dedicaban a una competición de tragedias. Cada día un escritor representaba tres tragedias previamente seleccionadas por altos funcionarios.
Las obras eran seleccionadas por un jurado en concurso público; los poetas debían presentar tres tragedias y un drama. El vencedor recibía como premio una corona de oro y laureles.
Las primeras representaciones se efectuaron en las proximidades de los santuarios dedicados a Dionisio, luego se realizaron en una plaza pública. El interés del público por observar cómodamente el espectáculo hizo necesario la construcción de gradas escalonadas, que en los comienzos eran de madera.
En el siglo IV(a.C.) aprovechando la pendiente de la Acrópolis se construyó el primer teatro al aire libre con graderías de piedra, dedicado a Dionisio.
Los actores entraban a escena, como se menciona mas arriba, por la izquierda si el personaje llegaba del campo y por la derecha si deseaban que llegara de la ciudad.
Utilizaban mascaras para ocultar la verdadera identidad del actor, éstas tenían una especie de bocina en la boca, destinada a aumentar la intensidad de la voz. Se llamaban carátulas. Primero hubo dos tipos de carátulas: una para la tragedia y otra para la comedia. La primera tenía expresión de espanto, la segunda, alegre. Estas dos máscaras se utilizan hoy en día como símbolo del teatro.
Mas adelante hubo varios tipos de carátulas: el héroe trágico, el esclavo intrigante, el orgulloso, el malhumorado.
.Los actores debían de conocer a la perfección el texto poético porque no había apuntadores.
Eran todos varones lo que implicaba que los artistas tuvieran que interpretar roles femeninos, cosa que se llevaba a cabo recurriendo al cambio de traje, de atributos del personaje, de máscara con tez "morena" para los personajes masculinos, y "clara" para los femeninos y cambiando el tono de voz.
Selección de las Obras
El jurado que seleccionaba la tragedia ganadora estaba formado por los diez Arcontes, representantes de las diez tribus del Ática, que son los que fijaban los plazos en que los poetas dramáticos podían presentar sus obras. De entre ellos, el arconte epónimo era el máximo responsable de todos los actos culturales realizados durante el año que duraba su mandato. Dicho arconte se encargaba de la pre-selección entre las obras candidatas a ser representadas y de ordenar la realización de catálogos oficiales del desarrollo del evento, así como de designar un mecenas para cada autor, a cuya cuenta corrían los gastos del vestuario y la puesta en escena de la obra. Esto era considerado un gran honor social, y los mecenas (ciudadanos notables) asistían a las representaciones en primera fila con gran fastuosidad, vestidos con túnicas blancas y tocados con coronas de oro.

Principales Autores
Los tres grandes triunfadores del teatro de Dionisios o, al menos, los tres autores trágicos de los que conservamos obras completas, son Esquilo , Sófocles y Eurípides
Las obras trágicas eran compuestas por escrito, lo que permitía la corrección de las mismas, y presentadas previamente en concurso para su estreno durante las antedichas Grandes Dionisias,
Esquilo: (525 a 456 a.C. )es considerado el padre de la tragedia. Introdujo un segundo actor , con lo cual redujo la gran extensión de las partes corales. Facilitando el dialogo dramático. Sus argumentos se inspiran en la epopeyas y modestamente llama a sus trabajos “ migajas de la gran comida de Homero” Es un poeta profundamente religioso y desde ese aspecto contempla la vida humana y el universo. Dotado de gran talento, es también un buen patriota que no olvida su participación en los combates de la Maratón y Salamina . De las 90 obras que escribió solo nos quedan siete tragedias: Los Persas, Prometeo encadenado, Las suplicantes , Los siete contra Tebas. Y la Orestíada, dividida en tres dramas: Agamenón, Las Coéforas y Las Euménides
Sófocles: (496 a 406 a.C. ) introdujo en la escena un tercer actor, relegó el coro a un segundo plano y perfeccionó la técnica dramática. Desempeñó importantes cargos públicos y fue muy estimado por los atenienses. Gran belleza poseen sus diálogos, en los que intercala algunas veces, pinceladas cómicas.
Escribió 123 tragedias de las que conocemos siete: “Edipo Rey”,” Electra”, “Ayax”, “Antigona”, “Edipo en Colona”,” Las Traquinianas “y “ Filóctetes”.
Hizo mas movida la acción escénica. Algunas de sus tragedias se representan aun en la actualidad
Eurípides: (480 a 406 a. C) Fue un poeta culto que mantuvo amistad con los filósofos. Anaxagoras y Sócrates.
Profundamente realista, sus obras se caracterizan por los complicados enredos, creando verdaderos dramas de intriga. De las 88 obras que escribió nos llegaron dieciocho, las principales fueron: “Alcestes”,”Medea”,”Hécuba,” “Andrómaca e Ifigenia en Táuride.”, “Las Bacantes”.
Aumentó considerablemente el número de actores.
En la Comedia: Aristófanes: (446-388 a.C.) dotado de un extraordinario ingenio y sentido del humor, se dedicó exclusivamente a la comedia. En sus obras, llenas de sátiras audaces, trató todos los problemas más notables de la vida pública de su tiempo. De las once comedias completas llegadas a nuestra época las mas famosas son ‘Las ranas” y “Las nubes”.
El espectáculo
En las tragedias participaban unas 1.000 personas y el número de espectadores era siempre de varios miles, 14.000 en Atenas, 17.000 en Epidauro.
Los mejores sitios eran reservados para ciudadanos ejemplares.
En la primera fila del teatro se sentaba el sacerdote de Dionisio en un lujoso trono de piedra situado en el centro, rodeado a ambos lados de los magistrados de la ciudad, los embajadores de otras ciudades y los huérfanos de guerra.
Los integrantes de los coros que formaban el ruidoso cortejo – que recordaba las andanzas del dios- se cubrían con pieles de machos cabríos, para simbolizar a los sátiros que siempre acompañaban a Dionisio o Baco.
(Los griegos llamaban “ tragoi ‘ a las cabras de donde proviene la palabra tragedia.)
El director del coro (corifeo) asumió posteriormente el papel de Dionisio y sostenía animados diálogos con los otros integrantes de la procesión, lo que originó los rudimentos de lo que podria llamarse una obra teatral.
Tespis , músico y poeta griego del siglo VI a.C. considerado el padre de la tragedia griega, introdujo un actor que, durante los intervalos en que no actuaba el coro, dialogaba con el corifeo. Habiendo actor y diálogo, podía hablarse de espectáculo teatral propiamente dicho (534 a.C)
La comedia tuvo el mismo origen, los grupos que danzaban se mofaban de los espectadores, posteriormente aparecieron personajes que entablaban un dialogo y entretenían por medio de sus burlas y chanzas.
La comedia griega tuvo un carácter cómico – grotesco y en ella se ridiculizaban las tendencias políticas, religiosas, filosóficas y literarias.
Características generales de la tragedia y la comedia
La tragedia es una representación dramática capaz de conmover y causar pena, que tiene un desenlace funesto, es el género en el cual descollaron los escritores griegos
La comedia es una composición teatral generalmente satírica que tiene un desenlace festivo y agradable
El estudio de la cultura clásica griega encierra temáticas sobre el hombre y el mundo, que han estado presentes en el curso de la historia y que tienen una gran vigencia en la actualidad.
Las obras del género trágico están compuestas de tres dramas (que constituyen una trilogía), más una sátira final (conformando, en conjunto, una tetralogía).
Su estructura era la siguiente: daba comienzo la obra con el prólogo de un actor que precede a la entrada del coro cantando en solemne procesión.
Se pone en evidencia la estructura de dialogo de la tragedia en la alternancia de intervenciones entre el coro y los actores, y también entre los actores y el público, que en ocasiones es interpelado por ellos; también son importantes los prolongados silencios que se imponen en el escenario. Durante sus intervenciones, el coro entona los cantos cuya expresión y solemnidad son marcadamente religiosas, que se acompañan de una danza denominada emméleia; estas "entradas" del coro (que suelen ser de dos a cinco), se van alternando con los "episodios" que protagonizan los actores.
El fin de la obra lo marca el éxodo o último canto que el coro ejecuta antes de salir del teatro, que suele incluir un comentario abstracto de la situación posterior al drama representado.
El sentido moral
Una característica que define la obra dramática, es que a través de ella siempre se presenta un conflicto humano, más o menos universal.
Es decir, afecta a todos de una u otra forma. Por ejemplo: la guerra, el amor, el papel de la mujer en la sociedad, la injusticia, etcétera.
En algunas obras dramáticas, dicho conflicto está representado por dos fuerzas que luchan entre sí, pero en otras, no hay dos polos opuestos tan claramente definidos. En la tragedia (s.V), el héroe deja de ser un "modelo a seguir", para convertirse en un "objeto de crítica", y la función de los mitos que la tragedia retoma y remodela consiste en ser la expresión de una "época pasada", con unos patrones políticos caducos y obsoletos, que se muestra como "ajena" en relación con las actuales
.Función social
En Atenas, el teatro estaba asociado a la democracia radical o democracia participativa, que es aquella que aglutina a todas las clases sociales con un mínimo de restricciones, lo cual implicaba la asistencia al teatro de todos los ciudadanos, tanto los asteios (urbanos), como los agroikos (rurales). La gran parte de las plazas del teatro las ocupaban los ciudadanos de pleno derecho (con presencia masiva de ellos), vestidos de blanco, pero también acudían los comerciantes y artesanos acomodados en Atenas pero no originarios de ella, , también los extranjeros hospedados por una familia linaje- de la ciudad de podían asistir al teatro, siempre y cuando fueran invitados por uno o varios ciudadanos de pleno derecho.
Existe cierta controversia a la hora de determinar la presencia de las mujeres como espectadoras en el teatro griego, pero hay documentación histórica que ofrece constancia de la presencia de mujeres como asistentes a las tragedias (las Tesmoforiantes de Aristófanes hace referencia a las reacciones de enfado de las espectadoras ante la obra de Eurípides).
También se permitía la asistencia a los esclavos acompañantes de los ciudadanos ancianos que acudían a las representaciones.
La relación de la tragedia con el régimen político (la democracia)se da en que este ha permitido la parresía (libertad de palabra) y la isegoría (idéntico derecho a hablar en la asamblea). Sin embargo hay partes de la tragedia que ofrecen relación con la retórica de las asambleas.
El espíritu competitivo griego ejercía una función de cohesión social que aparece como paralela a la religiosidad
La tragedia permitía el encuentro con los límites de la condición humana y con las leyes que regulan tal condición en el contexto cívico, a la par que posibilitaba y fomentaba la unidad de los ciudadanos. Pero la tragedia no sólo reunía al pueblo, sino que también -sobre todo-, lo educaba (esto es, tenía una función pedagógica e identificadora -constructora de identidad social-, en la sociedad ateniense)
Concepto de Hybris y Catarsis
Hybris es la desmesura, la soberbia del héroe que cree poder desafiar al destino.
Catarsis es la liberación o cura de los males del espíritu gracias a las emociones provocadas por el arte, en este caso la obra teatral.
Aristóteles fue quien primero utilizó el término para definir el efecto que debía producir la tragedia en los espectadores.

lunes, 24 de mayo de 2010

Jerga de los movimientos artísticos del arte moderno


Suprematismo


1915-1922


Kasimir Malevitch, Alexandra Exter, Ivan Vassilievitch Klioun, Lioubov Popova, Jean Pougny, Olga Rozanova, Alexandre Rodtchenko


Rusia. Puramente estético, en relación con la forma y fuera de todo sentido político o social. Pureza de la forma, particularmente la del cuadrado. En la pintura, nuevo realismo que implica la supremacía de este nuevo arte en relación con el pasado.


Dada


1916-1922


Hans Arp, Hugo Ball, Marcel Duchamp, Max Ernst, George Grosz, Raoul Hausmann, John Heartfield, Hannah Höch, Marcel Janco, Man Ray, Francis Picabia, Hans Richter, Kurt Schwitters, Sophie Taeuber-Arp


Alemania, Francia, Estados Unidos. Provocatión y derisión durante manifestaciones públicas. Repulso de las convenciones que sea en arte o en pensamiento.


Pintura
Metafísica


1917-1925


Giorgio De Chirico, Giorgio Morandi, Carlo D. Carrà


Italia. Caracterizado por una iconografía que se reconoce: un espacio ficticio esta creado en la pintura, ajustada a una ilusión de perspectiva a uno punto, pero deliberadamente conmovedora.


De Stilj


1917-1932


Piet Mondrian, Gerrit Rietveld, Theo Van Doesburg, Georges Vantongerloo


Alemania. Significa 'el estilo'. Caracterizado por los componentes elementarios de los colores primarios, por las superficies rectangulares, llanas y estrictamente rectas y por las líneas horizontales y verticales.


Purismo


1918-1926


Le Corbusier, Amédée Ozenfant


Francia. Pintura y arquitectura. En reacción contra la pintura Cubista. Admiración para la belleza y la pureza de las formas de la máquina. Caracterizado por la sencillez geométrica de los conjuntos y la búzqueda de las formas simplificadas.


Neue Sachlichkeit
New Objectivity


1918-1933


Max Beckmann, Otto Dix, Carl Grossberg, George Grosz, Carlo Mense, Christian Schad, Georg Scholz


Alemania. Caracterizado por un estilo realista y acompañado con un comportamiento cínico, socialmente crítico y filosófico.


Neo-Plasticismo


1919-1931


Piet Mondrian, Theo Van Doesburg, Gerrit Rietvelt, Georges Vantongerloo


Paris. Países Bajos. Estilo de pintura en la cual un encasillado, trazado con líneas negras, esta rellenado con casillas de color primaria. Aplicado a todos los aspectos del diseño.


Bauhaus


1919-1933


Josef Albers, Herbert Bayer, Marcel Breuer, Walter Gropius, Johannes Itten, Vassily Kandinsky, Paul Klee, Hannes Meyer, Ludwig Mies Van Der Rohe, Laszlo Moholy-Nagy


Alemania. Integra el arte expresionista y los corrientes del diseño y de la arquitectura.


Art Déco
Art Deco


1920-1939


Maurice Dufrêne, Jean Dunand, Francis Jourdain, Pierre Legrain, Robert Mallet-Stevens, André Mare, Jacques Emile Ruhlmann, Louis Süe


Francia. Caracterizado por la línea recta, los colores puras, la interpretación geométrica de formas de la naturaleza y una tradición de la elegancia.


Constructivismo


1921-1928


Naum Gabo, El Lissitzky, Antoine Pevsner, Lioubov Popova, Alexandre Rodtchenko, Vladimir Tatline, Kasimir Malevitch


Rusia, Alemania. Pintura, escultura, fotografía, literaturia, teatro y película. Arte abstracto y geométrico 'construido' con elementos visuales autonomos como líneas y planos. Caracterizado por la precisión, la impersonalidad, un orden claro de la forma y la utilizacion del plástico y del metal.


Muralismo


1921-1940


José Clemente Orozco, Diego Rivera, David Siqueiros


México. Grandes pinturas murales sobre temas populares o de propaganda nacional.


Productivismo


1923


Natalia Serguéïevna Gontcharova, Mikhaïl Fiodorovitch Larionov, Marc Chagall, Paul Mansouroff, Ilya Kabakov


Rusia. El artista se transforma en un productor de objetos tipos al servicio de la nueva cultura comunista. Desde ahora, el ingeniero gana y los artistas estan orientado por los estándares de producción hacia el diseño, la creación textil o la producción gráfica.


Surrealismo


1924-1966


Salvador Dali, Max Ernst, Joan Miro, Yves Tanguy, Hans Bellmer, Jacques Hérold, Wilfredo Lam, René Magritte, Man Ray, André Masson, Roberto Matta, Echaurren, Meret Oppenheim, Wolfgang Paalen, Toyen, Raoul Ubac


Francia, Bélgica, Checoslovaquia, Suiza, Ingleterra, las Antillas. Expresión con el automatismo y con una especie de lo fantástico onírico. Inspirado por los descubrimientos psicoanalíticos de Freud y la ideología política del Marxismo.


Cercle et Carré


1929-1938


Joaquim Torrès-Garcia, Seuphor


Paris. Contra el Surrealismo. Generalmente, caracterizado por el Constructivismo.


Arte Concreto


1930-1945


Hélion, Carlsund, Tutundjian et Wantz


Francia, Países Bajos. Pintura y escultura no figurativa. Caracterizado por una construcción que viene completamente de elementos puramente plásticos: planos y colores. Trabajos abstractos y cerebrales.


Realismo Socialista


1932-1988


Boris Mikhailovitch Koustodiev, Alexandr Mikhailovitch Guerassimov, Isaak Izraïlevitch Brodski, Gueorgui Gueorgueïevitch


Rusia. Dictatoria del proletariado en las artes las cuales son subordinado a las necesidades y imposiciones del Partido Comunista. Arte nuevo que describe la realidad en su desarollo revolucionario.